El Mundo Digital ~~ [The Navy Black' Stars]

Llamas por todas partes. Arboles derrumbandose.
Corría sin parar para salir de este terrible infierno. ¿Por que estaba aquí? ¿Me habran confundido con Ban? Muchas preguntas surgian pero ninguna tenía respuesta.
-¿Estas bien? -dije mirando friamente a Kokomon-.
Pero no me respondió y la criatura cafe comenzó a brillar para después cambiar de forma.
-Más que bien, Demios, solo acabo de digi evolucionar, mi nombre es Lopmon y ahora soy mas fuerte.
Y al instante Lopmon saltó de mis brazos y abrió camino entre el incendio lo que me permitió escapar.

¿Estaba haciendo lo correcto? ¿No me arrepentiría luego? No había pasado ni un día desde que lo conocí y ya me encontraba en esta situación tan peliaguda con una persona que me atrevería a decir de que se trataba de un desconocido aun sabiendo su nombre ¿Pero por qué? ¿Por qué me era tan difícil librarme de sus encantos? Su mirada tan varonil, el tacto tan cálido de sus manos, ... Hacían que me sintiese incómoda y algunas veces, maravillada. Por fuera aparentaba ser alguien que llegaba a ser todo lo contrario o a lo mejor, solo actuaba de esa forma conmigo ¡Ey! ¡Un segundo! Estoy haciéndome demasiadas ilusiones ¿Y si me llevara un chasco? ¿Y si solo está jugando con mis sentimientos?

Ignorante de lo que estaría maquinando esa cabeza suya, me centré en la realidad. Su rostro se seguía aproximando a la mía hasta que se produjo finalmente el roce de nuestros labios. Mis ojos que estaban cerrados, pasaron a ser unos exaltados y totalmente sorprendidos ¡Me estaba besando! Por un extraño motivo, no hice el intento de alzar mi mano y abofetearlo hasta la muerte o simplemente salir corriendo de éste, no, poco a poco fui bajando nuevamente mis párpados para así disfrutar de aquella mágica sensación y profundizar el beso. Nuestras manos se entrelazaron como si estuviésemos jurando amor eterno y al ser el chico más alto que yo, mantuve la fuerza con la que empujaba hacia atrás mi cabeza, realizando la fuerza contraria. Por favor, si se trataba de un sueño, no quería despertarme jamás.

Mientras que la Luna era testigo de nuestro amor, nuestros seres seguían unidos en cuerpo y en alma concentrados en aquel precioso beso que parecía no tener un fin definido pues era la primera vez que experimentada algo tan único y maravilloso antes. Vale, no rechazaba el echo de que en el instituto seguía siendo la chica más popular de allá y que he salido con muchos chicos los cuales reunieron el valor necesario para pedírmelo pero jamás había sido besada.

El ruido de una explosión proveniente de afuera, hizo que nuestras bocas se separasen y extrañados, pasamos a voltear nuestras cabezas aún con ambas manos entrecruzadas - ¿Qu-Qué ha sido eso? - cuestioné asustada con la mirada clavada en la salida de la cueva. Sin ni siquiera responderme, el peliplateado me guió con solo una mano comenzando a caminar hasta estar al aire libre. El que ni si quiera hablase, hacía que el terror aumentase a paso gigantesco dentro de mi.

Tras dejar atrás la caverna, un par de digimons la mar de raros hicieron acto de presencia enfrente nuestra. Empezando a intercambiar palabras, el chico alzó su brazo bueno delante mía con la intención de protegerme pero anunciando que estaba molesto por el haberlo interrumpido, me dio a entender que se refería al beso - Ka-Katzuma-kun... - murmuré girando la cabeza hacia un lado con un notorio sonrojo en mis mejillas. Los enemigos continuaron burlándose y con unos aires de superioridad, el que poseía partes metálicas, nos pasó a apuntar con su enorme cañón que sustituía su brazo izquierdo. Sin pensárselo dos veces, liberó una bola de energía eléctrica que seguía la trayectoria hacia nosotros. Con anterioridad, el chico había liberado toda su fuerza "por así decirlo" coloreando sus ojos de rojo y mostrando una cara más frívola que los que normalmente ponía. Desenvainando su arma, me llegó a empujar hacia un lado descolocándome de mi sitio y así, evitar el proyectil que se iba acercando hacia Katzuma-kun - ¡Nooo! - fue lo último que grité hasta que por alguna extraña razón, el peliplateado no salió herido pues la bola de electrones acabó colisionando contra un obstáculo que se interpuso justo a tiempo.

Ignorantes de lo que había sucedido, llegamos a ver la silueta de nuestros digimons regresando a nosotros junto a un androide que al parecer, era su amigo. Confundidos, los recibimos con miradas la mar de sorprendidas - ¡Gomamon! - exclamé ilusionada al verlo. Cuando me vio tirada en el suelo pues no me habia dado tiempo en volver a ponerme en pie por el empujón, la serena y despreocupada mirada de la foca pasó a ser una odiosa y cabreada en busca de venganza - ¡¿Cómo os atrevéis a atacar a Shinka?! ¡Vais a pagar por ello con vuestras propias vidas! - enfurecido, se deshizo del agarre de Andromon y aterrizó sin problemas al suelo. Era la primera vez que veía a Gomamon de aquella forma tan fuera de lo habitual ¿Donde estaba su típica sonrisa? Entiendo que estábamos en peligro pero me resultó extraño el verlo tan furioso. En ese preciso momento, el digivice de Katzuma-kun empezó a brillar de la misma forma que hacía el mío - ¿Di-Digievolucionar? - dije extrañada repitiendo las palabras del chico sin entenderlo.

Noté como mi compañero León de fuego se desmaterializaba poco a poco entre mis brazos, mis lágrimas no tardaron en salir, estaba en la misma situación que aquel día cuando perdí a Gaomon y no quería perder a uno de mis compañeros nunca jamás. – Coronamon no me dejes… - decía remeneándolo para todos los lados, notando como el solo sonreí y mi digivice comenzó a brillar. - ¡Digievoluciona! – grité al unisonó con Nibutani, al parecer ambos digimons estaban a punto de digievolucionar. Solté a Coronamon, quien se elevó rápidamente llenándose de llamas y una especie de flama descontrolada comenzaba a realizar variaciones en su cuerpo. – Coronamon Digievolucionar a….Firamon – mencionó, desprendiendo una alas y retirando las llamas de su cuerpo. Era un león alado con partes de armadura en algunas aéreas de su cuerpo, llamas en la cola, piernas y frente, además tenía unas garras afiladas y una mirada centrada.

Simplemente suspiré y volví a levantar mi digivice, notando a mi otro león que simplemente sonreía, siendo sujetado por Andromon. – Spadamon…Digievoluciona – vocalicé soberbiamente, haciendo que mi digimon se transformará en BlackDorulumon y con un simple ataque de cuerno liberarse de las manos de Andromon, como también lo había hecho el Gomamon de Nibutani. – Señor las cosas han empeorado, creo que debemos retirarnos… - sugirió Ninjamon algo asustado por la etapa que habían tomado mis digimons. – No seas cobarde podemos con ellos… - contestó arrogantemente Metalmamemon en posición de combate frente a nosotros. – Nibu…Tu y Gomamon encárguense de Andromon, nosotros arreglaremos cuentas con estos dos…vengaré la muerte de Apemon – me limité a decir subiendo en el lomo de Dorulumon, con mi Firamon al lado, ambos miraban a nuestros adversarios con mirada de furia.

Ninjamon sacó su espada, pero aun así temblaba y tenía mucho miedo. Tragando en seco se abalanzó precipitadamente hacia nosotros. – Técnica de multiplicación - mencionó, creando nueve copias exactas de sí mismo para intentar atacarme en conjunto. – Firamon muéstrame lo que tienes… - murmuré, escuchando un gruñido de mi León flameante, el cual voló y se posicionó tomando como objetivo a todos los clones. – Rugido Ardiente - liberando una especie de onda de fuego que abolió a todos las copias junto al usuario, dejándolos con quemaduras grabes y tirados en el suelo. – Ahora a terminar… - decía mientras su garras se llenaban de una energía rojiza como el fuego, para luego descender hacia Ninjamon acabándolo con un desgarrados ataque de llamas en sus uñas.

Metalmamemon lanzó un rayo de partículas hacia mí, pero pro la velocidad de Dorulumon pudimos esquivarlo con facilidad y lanzar un ataque con las garras hacia él, pero este término bloqueando con sus garras metálicas. – Prueben este truco… - dijo liberando una corriente eléctrica en las uñas de sus garras, la cual se transmitió hacia nosotros causándonos grandes daños, mi Dorulumon tambaleo un poco y yo simplemente mordí mis labios para concentrar el dolor y no emitir un grito de dolor. – Maldito… - me limité decir sintiendo como el dolor de mi mano derecha empeoraba poco a poco. – Señor, ¿Qué haremos?, no podemos atacarlo directamente… - decía Dorulumon siendo interrumpido, por mi sabia que cuerpo a cuerpo estaríamos perdidos, pero también a distancia por que aquel digimon poseía un cañón, pero como era de esperarse esa arma tenía un tiempo para recargar y seria más que suficiente para acabarlo.

Tomamos distancia, para luego posicionarnos en un lugar donde aquel rayo de protones pudiese llegar. – Muéstrame todo tu poder – dije retando al digimon miniatura, el cual frunció el ceño y sin decir una palabra nos coloco como objetivo y comenzó a cargar su cañón de partículas eléctricas. Las moléculas se formaban en el estrecho centro del arma, formando una masa esférica que cada vez aumentaba su volumen y con presión salía disparada hacia nosotros. - ¡Mueran! – gritó esperando el contacto, pero la velocidad de Dorulumon era impresionante, solo recibiendo un mínimo rasguño esquivamos el ataque y girando en 360 conectamos contra el cuerpo de Metalmamemon derribándolo y dejándolo a nuestra merced. – Ríndete… - decía Dorulumon pisándolo con su pata derecha, pero la boca de metal sonrió llenándose de carga negativa y liberando una corriente peligrosa de electricidad.

Dorulumon me lanzó para evitar que yo recibiese ese ataque así que quede posicionado frente a una rama de un árbol cercano notando como mi amigo caía desplomado volviendo a su etapa normal. – Te olvidaste te mi… - dije lanzando con mi espada posicionada hacia abajo, atravesé su rostro salvajemente con el filo de mi espada, notando como sus circuitos fallaban y se desmaterializaba volviéndose un Digitama frente a nosotros. – Estas en un lugar mejor – dije notando como mi digivice me daba unas coordenadas, notando que atrás de los arbustos se encontraba un Digitama amarillo o naranja, no podía distinguir el color lo único que sabía era que tenía una estrella en el centro y debía tratarse de un gran digimon. Siguí la orden de mi digivice y lo tome junto al digitama de Apemon – Nibu muéstrame de lo que eres capaz… - dije algo sonrojado, notando como Firamon volvía hacer un Coronamon.

Nic me destapó la boca y cogí una bocanada de aire. De repente Lucemon se echó a volar y noté un pinchazo en el cuello, al igual que Nic.
Syl: Ay! ¿Qué es esto?
Nic: Son agujas...¡Hey! Tu piel! Está cambiando de color! Cancer de piel! D:
Syl: ¿Qué dices?! Esto es veneno o algo!
BS1: Ja ja, no habíais visto a nuestro compañero.
Nic: Shit...
BS2: ¿Cómo os ibais a preguntar que iba a haber un Black Star con una pistola de agujas de somnífero a vuestra derecha?
Nic y yo nos giramos al mismo tiempo y allí lo vimos, sonriendo con una miniatura de pistola en la mano.
Empecé a sentirme mareada y sin fuerzas, caí de espaldas encima de Nic.
Syl: ¿Qué queréis? No hemos hecho nada...
BS1: Ja ja ja ja ja. Que chiste, hacía mucho que no me reía así.
Nic: Creo que ya sé lo que pasa...
BS2: Venga ya, no te hagas la tonta por favor. Tú y tu amigo Nic, los Dark Khings.
Syl: ¿Cómo dices?
Nic: La otra Syl, de la que te hablé, era la reina de los Dark Khings, uno de los tres altos mandos. Te están confundiendo con ella...-dijo con esfuerzo-.
Syl: Pe...pero...yo no soy esa...
BS1: Vaya, la pobre SyLbyA tiene amnesia. Ja ja ja.
Nic: Syl cambiaba muchísimo de color de pelo, de estilos de vestir y en ocasiones utilizaba lentillas de color...-tosió-podías pasar perfectamente por ella, si se hubiera hecho una reducción de pecho, claro...
Intenté darle un golpe con el codo pero ya no tenía fuerzas, antes de cerrar los ojos vi como Gaomon y Exveemon también estaban sufriendo los efectos del somnífero. Me sumergí en un sueño profundo.

Cuando desperté la luz me hizo daño en los ojos y me los froté varias veces. Palpé con las manos el suelo y al no encontrar nada a mi alcancé me incorporé. Vi a Nic despertando, pero también había más personas. Un chico pelirrojo, a otro de pelo castaño y ojos verdes, ambos despiertos. Por último vi a Ban dormido en el suelo, probablemente llegó después que Nic y yo.
Syl: Ehm...Hola...
Fran y Wino: Hola -mirando descaradamente a Nic-
Fran: ¿Vosotros quienes sois y que hacéis aquí? -dijo de mala gana-
Syl: Yo me llamo Syl. Me han confundido con otra Syl que ni si quiera conozco...
Fran: ¿En serio?
Syl: Sí... Nic, ¿me podrías decir algo que la otra Syl hizo para que me hayan encerrado?
Nic: Ehm...Los Dark Khings estuvimos en prisión hace unos años con orden de ejecución, Syl estaba acusada por pertenecer parte de los Dk's y por gran cantidad de asesinatos.
Se me hizo un nudo en la garganta.
Nic: Además de eso, estuvo poseída por Yggdrasil, provocó la primera guerra civil entre los Dark Khings, estuvo con Billie Joe, el cantante de Green Day, estafa...
Syl: ¡Vosotros sois unos delincuentes! ¡Tú y tus amigos los Dark Khings esos!
Nic sonrió y miró a Wino, el cual levantó la cabeza y preguntó.
Wino: ¿Y... de Wino?
Nic: Wino, al igual que todos los Dark Khings, estuvo en prisión por pertenecer al alto mando, asesinatos y estafa, entre otras cosas. También causó la segunda guerra civil de los Dark Khings. Y lo principal y más importante, gracias a él surgieron los Dark Khings.
Wino: Ah...-dijo mirando con emoción y decepción a la vez-.
Fran: ¿Y ese que está ahí en el suelo tirado cual borracho?
Nic: Ese es Ban, creo, un antiguo Dark Khings.
Wino: ¿Crees?
Nic: Sí, se volvió loco y empezó a decir que Ban había muerto y que él es Demios, su hermano gemelo. Intento agredirnos a Syl y a mi.
Fran: Bien. Estáis todos locos, joder.
Suspiré y me quedé mirando el suelo.
Syl: Lucemon huyó...
Nic: Bonito cobarde...
Syl: ¿Dónde están vuestros Digimon?
Me di cuenta de que Wino, Fran y Nic se miraban con enfado.
Syl: ¿Os conocéis?
Fran, Wino y Nic: ¡SÍ!-gritaron de mal humor.
Syl: Vale vale...-agaché la cabeza y me quedé mirando el suelo, pensé la forma de gastar una pequeña broma para romper el hielo -Soy la única chica, ¿un gang bang? -los tres me miraron con mala cara y me arrepentí de haber intentado bromear -Que era una broma jolin....
Me quedé con la cabeza agachada mirando el suelo...
Continuara...

a la mañana siguiente nos despertamos y zero fue a buscar el desayuno, cunado desaparecieron me levante y le dije a Dracomon que queria entrenar para mejorar su ataque ademas que queria seguir mi entrenamiento porque no queria dejar de estar en forma, caminamos entre el bosque buscando un claro o la salida de este bosque raro ya que me tenia un poco alerta todo el tiempo de pronto divisamos la salida de este y busque alguna piedra grande para que entrenara Dracomon y yo me fije si habia una buen tronco para golpearlo
Yo: bueno Dracomon nesecitamos volvernos mas fuertes asique golpea coon todos tus fuerzas esa roca hasta hacerla una grieta
Dracomon: bueno pero tu te quedaras viendo?
Yo: no yo estare golpeando ese tronco
Dracomon: wow
Yo: bueno empecemos
uno tras otro se escuchaban los golpes que dabamos en nuestro objetivos hasta que escuchamos un ruido y salio depronto Monochromon de nuevo
Monochromon: lo encontre
Yo:Maldicion
Dracomon: que haremos?
Yo: pelear esta vez pelearemos Dracomon
Dracomon: bueno
los dos nos pusimos en posicion de pelea esperando a Monochromon

Observé detenidamente mi Digitama con símbolo de extraña, nunca había visto un Digitama similar o si lo había visto no lo recordaba, porque después de accidente contra los Demon Lords mi memoria había quedado distorsionada por todo digimundo. El Digitama comenzaba a vibrar y sin darme cuenta saltó de mis manos comenzando a rodar colina a bajo. – ¡¿A dónde vas?! – deje el Digitama de Apemon en el suelo, para salir corriendo tras el egg que contenía mi nuevo compañero. Mis pies comenzaban a cansarse, mientras la velocidad del Digiegg aumentaba por la inclinación de la colina.


Comencé a saltar abalanzándome con los ramas de los arboles cercano así como lo habían hecho los Koemon el día que había llegado a la Selva Tropical. - ¿Quién será el que está en ese Digitama? – pregunté para sí mismo, notando como una roca gigantesca al final de la colina donde de seguro si no detenida a mi compañero sin nacer, sabía que el huevo se quebraría y el digimon moriría y desaparecía sin volver a ser un Digitama nunca. Salté con toda mi fuerza, mis pies estaban corriendo metros en el aire, pero no sabía si mi deseo era mayor que la probabilidad, confiaba en mi determinación y en que no dejaría que muriese otro digimon frente a mis ojos. Sujete el huevo antes de que se quebrara con la roca, pero creo que lo apreté demasiados y empezaba a romperse. – ¡No!, ¡No!, no puede ser… - dije notando como mis manos quebraban el cascaron del cual podía ser mi futuro compañero digital.

Pero de repente, noté como alguien salía desde allí, una cola se remeneaba a todos lados. Pero no recordaba que digimon tenía esas características lo único que me quedaba era esperar a que naciera por completo y llevarme una sorpresa.

Amanecio, espabile cuando escuche los pasos de un digimon en camino, eran Commandramons, cuando abrieron la puerta, los commandramon hacen que Gabumon y Dorimon despierten antes de que nos pusieran un pelo, aproveche y golpee a uno de los commandramon mientras Gabumon evolucionaba y se encargaba del resto. Salimos de esa celda a buscar a Datamon, al llegar a lo que parecia la puerta en donde se escondia, esta estaba resguardada por Sealsdramon, quien de inmediato nos nota y se lanza al ataque, al que Garurumon responde.

Garurumon X: Apartate de mi camino! no pienso dejar que esta isla sea destruida
Sealsdramon: Sobre mi cadaver!

Garurumon X se lanza sobre Sealsdramon, mientras esta ocupado entro con Dorimon a la sala de Datamon, Dorimon lo interrumpe disparando bolitas de metal que terminan estropeando el aparato de Datamon

Datamon: No! mi dispositivo de destruccion!! aun asi, ni tu ni esa rata ni el sarnoso que te acompaña me pueden detener, asi que nada me detendra activarlo manualmente, JAJAJAJAJA

miro la cabeza de Datamon, tenia otro de esos chips extraños, incrustado en su casco de vidrio, lanzo a Dorimon el cual muerde inagotablemente la cabeza de Datamon, este lo golpea haciando que Dorimon se suelte pero este le rompe el casco disparando bolas de metal, haciendo que el chip pierda control sobre este.

Datamon: eh?? que estaba haciendo??...*mira su cabeza* X.x mi cabeza!!

Garurumon X irrumpe la sala derribando a Sealsdramon y retirandole el chip, haciendo que tambien entre en razon

Sealsdramon: eh? que?? que ocurrio?
Ragna: te dire lo que ocurrio *toma los chips* estas cosas los estan manipulando
Datamon: umm, que aparato tan extraño.. *poniendose un casco de repuesto*
Garurumon X: los demas digimon tambien deben de estar siendo controlados
Datamon: en ese caso, creo que puedo hacer algo con esa maquina, solo unos ajustes y *modifica el artilugio rapidamente*...listo :3, ahora ponemos uno de estos chips aqui, presionamos aqui y...
Dorimon: espera Dori, enverdad funcionara Dori? D:
Datamon: no me llaman cientifico loco por nada *se echa a reir y activa lo que antes era el artilugio que activaria la isla, un par de segundos despues, el chip que tenia en la mano explota, y al terminar el que uso datamon tambien se auto destruye*

Ragna: funciono??
Datamon: Si, talvez a un rango de todo este sector de la selva, todos los chips fueron estropeados y los digimon ahora son libres
Dorimon: es bueno oir eso Dori, asi no tuvimos que pasar por tantas bajas Dori..
Garurumon X: pero, que pasa si vuelven a tomar control de ustedes? D:
Datamon: no sabria decirlo, pero almenos se ahora como funcionan, pronto estara lista una proteccion contra estos chips :3 y asi prevenir que vuelvan a controlarnos
Ragna: que alivio uwuU ah cierto, debemos explicar esto a Hi-Andromon
Datamon: pueden hacerlo desde aqui, *muestra una computadora* esto solia usarlo para comunicarme con el mientras trabajaba
Ragna: bien.....*envia a Hi-Andromon el mensaje, tambien explicando lo sucedido, como respuesta, perdono la vida de Datamon y nos dio las gracias por el trabajo bien hecho*
Dorimon: wii, todo esta resuelto Dori ^^
Garurumon X: significa que podremos reunirnos de nuevo con Nic y Noruko? :3
Ragna: Si, ya estamos listos para volver :3, nos veremos despues ^^ *se despide* luego toma a Dorimon y se sube al lomo de Garurumon X*
Datamon: espera, acabo de hacer esto :3, te mantendre al tanto de lo que descubra *le da un comunicador*
Ragna: suena bien *recibe el comunicador* gracias Datamon, hasta luego!

lejos del hangar, me preguntaba hacia donde habrian ido Nic y Noruko, sorpresivamente fuimos emboscados con granadas de humo, todo se torno borroso, antes de caer inconsciente vi el emblema de los atacantes...BS....

Al despertar, Gabumon Dorimon y yo nos encontrabamos en una prision, junto a otros tamer...todos eramos prisioneros de algun ejercito desconocido..

La puerta se abrió, dos hombres vestidos de negro que podrían confundirse con gorilas.
BS1: Vaya vaya, que camada de hamsters más bonita.
BS2: Yo diría ratas de laboratorio ja ja ja-bramó con una risa bobalicona-.
Inoportunamente me vino un estornudo, intenté contenerlo pero no pude, fue un estornudo agudo y sonoro.
BS2: Vaya, ¿te estás riendo de mí?
Syl: No, solo he estornudado...
BS1: No nos gustan las mocosas, nunca mejor dicho-ambos rieron como un par de payasos -Ahora te vienes con nosotros.
Syl: ¡No!-me puse en pie y me toqué la espalda en busca de mi mochila, no estaba, me la habían quitado antes de meterme en aquella ratonera.
BS1: Tu pistolita de descargas eléctricas, es lo que buscas, ¿no? La confiscamos cuando os encontramos.
Me maldije para mis adentros. Uno de los dos hombres se avalanzó sobre mí, sorprendentemente era muy veloz y ágil para su tamaño. Me agarró del pelo y me tiró al suelo. Grité.
Nic: ¡Suéltala!-intentó darle un puñetazo pero el hombre le paró el golpe y lo tiró al suelo -Chss...maldición...
Me arrastró por toda la sala hasta sacarme fuera. Sentí como me levantaban bruscamente de un brazo, intenté escaparme pero no lo conseguí. Noté un golpe en la cara, me acababa de asestar un bofetón.
BS2: Cada vez que hagas algo que no debes te llevarás un pequeño golpe -dijo sonriendo-.
Me ardía la mejilla, lo cual hizo que no me percatara de los pasillos por donde me llevaban. Finalmente me tiraron al suelo de otra habitación similar, esta vez sola. Había otros dos hombres dentro. Me levanté y uno me agarró de los brazos, inmovilizándome.
BS1: ¿Te acuerdas de este aparatito?-enseñándome mi pistola de descargas- Nos vas a decir dónde se encuentran tus amiguitos los Dark Khings.
Syl: ¡Pero si yo no sé quienes son!
Sentí una descarga por todo el cuerpo que empezaba en el cuello.
BS1: Ya sabes. Cuéntalo todo.

Temblaba de miedo. ¿Qué iba a pasar? Miré a Wino, él me miró, también estaba asustado. Por un segundo tuve la sensación de que algo saldría mal. Me hubiera encantado poder agarrarle de la mano, pero tres metros de distancia lo impedían. Se oyó un pitido ensordecedor, aunque creo que en realidad solo lo oímos Wino y yo. Después silencio.
Las imágenes de mis recuerdos empezaron a pasear por mi mente, las visualizaba con tal realismo que por momentos me olvidaba de donde estaba y me sentía como si los recuerdos se repitiesen de nuevo. Me di cuenta de que cada equis segundos se oía un breve pitido. A medida que los recuerdos pasaban más deprisa el pitido se aceleraba, noté como me empezaba a doler la cabeza.
"Sacadnos de aquí"-pensé.
El doctor, o lo que fuese ese loco se puso en pie furioso.
Doctor: ¡Que hemos dicho que la mente en blanco! ¡Joder!
Uno de los hombres de antes preguntó.
BS1: ¿Hay algo que nos sirva de utilidad?
Doctor: De momento no...

El mismo brillo con el que envolvió al flameante Coronamon que pasó a ser víctima de sus propias llamas, hizo que éste mutase y se transformara en otro digimon más grande y poderoso tomando la apariencia de un sublime león alado de intimidante mirada asesina ¿A Gomamon le iba a suceder lo mismo? Intrigada por lo siguiente que iba a pasar, volteé la cabeza curiosa y fui testigo como el mamífero estaba sufriendo exactamente el mismo proceso. Desmaterializando su pequeño cuerpo, a la foca se le alargó el cuerpo y poco a poco iba adquiriendo la silueta de al parecer ¿Un tiburón? Pero con la cabeza cubierta con una especie de armadura. Cuando los píxeles acabaron por organizarse del todo, pude ver que más bien que un escualo, se acercaba más a un dinosaurio de la prehistoria cuyo nombre no me acuerdo ahora - Gomamon digievoluciona en... ¡Tylomon! - dijo tras finalizar la metamorfosis.

Rápidamente, me ayudó a levantarme del suelo rodeándome con todo su azulado cuerpo. Lo curioso que me llamó la atención fue que se encontraba como "nadando" sobre el aire pues una pequeña corriente de agua perseguía a la criatura marina allá donde fuera permitiéndole desplazarse sin problema alguno. Ya en pie, Katzuma-kun nos dio la orden de atacar a Andromon mientras que él se ocupaba de los otros dos enemigos - No hacía falta que nos lo dijeras - refunfuñó entre dientes Tylomon - Lo íbamos a hacer de todos modos.

Desde mi punto de vista, Gomamon no había cambiado solo físicamente si no que también se le veía más centrado y serio ¿Acaso la digievolución también modificaba la personalidad de los digimons? - Entendido - asentí con la cabeza clavando mi mirada por unos segundos al peliplateado para luego, intercambiar chispas con el androide. Seguía desconociendo muchas cosas del enigmático mundo digital.

Mientras Katzuma estaba ocupado peleando contra Metalmamemon y Ninjamon, un pitido la mar de irritante salió de mi digivice como si se tratara de la alarma de un despertador de por la mañana. Curiosa, metí la mano en uno de mis bolsillos y saqué el aparato el cual marcaba con un punto azul un lugar en concreto de la zona en su pantalla - ¿Q-Qué significa esto? - dije para mí misma sin quitar la vista de encima el círculo parpadeante que no desaparecía ni dándole a todos los botones de éste. Al estar obsoleta cuestionándome sobre el origen de aquella misteriosa señal, comencé a caminar ignorante de que Andromon me estaba apuntando con uno de sus brazos alzados. El grave grito del dinosaurio hizo que volteara alarmada hacia su origen - ¡Shinka! ¡Corre! - nada más decirlo, el cybord sacudió ese mismo brazo y creó una onda eléctrica con forma de media luna que iba directamente hacia mí - Espada Espiral - dijo el enemigo realizando el ataque.

Sin poder reaccionar a tiempo, cerré fuertemente los ojos y cubrí parte de mi cuerpo con ambos brazos para así reducir el daño que de seguro me iba a dar o al menos, eso pensaba... Tylomon se apresuró y actuó como escudo humano situándose delante mía recibiendo aposta el ataque eléctrico que fue a parar a su casco haciendo que éste bajara los párpados por la fuerza del impacto que no tardó en extenderse por el resto de su cuerpo y electrocutándolo - ¡Ty-Tylomon! - exclamé observando como pequeñas chispas salían de su aturdido cuerpo incapaz de moverse pero manteniéndose en el aire - N-No te preocupes, tan solo ha sido un masaje - dijo abriendo uno de sus ojos mientras el otro seguía escondido - Mantendré ocupado a Andromon. De mientras, busca lo que sea que ha generado la señal.

Asintiendo con la cabeza un par de veces, empecé rebuscando por la espesa vegetación de los alrededores a la espera de encontrar algo inusual que me haría pensar que provocó que el digivice se volviera loco. Mientras que los pitidos iban y venían, el ruido de una pequeña explosión hizo que se estremeciera todo mi cuerpo - Ametralladora de misiles - el oponente abrió el compartimento de su metálico pecho dejando ver un par de misiles con forma de pez anaranjado que salieron disparados de éste teledirigidos hacia Tylomon - Ataque torpedo - abriendo lo máximo que podía su boca, un par de torpedos fueron a la busca de su objetivo que al final explosionaron con el ataque de Andromon.

Dándome un poco más de prisa, recuperé la compostura y continué la búsqueda. Bajo un montón de enormes hojas secas, la figura de un exótico huevo con manchas marrones me hizo que me sorprendiera. Con sumo cuidado y dulzura, lo cargué en mis brazos y sin saber qué hacer con él, fui caminando de vuelta con Katzuma-kun y los digimons.

Monochromon no emézo a atacar con toda su furia por habernos escapado de el antes cuando Dracomon solo era una Babydmon estabamos un poco perdidos en la batalla pero no nos dejariamos derrotar tan facilmente por el en cuanto a Brandon no sabia donde estaba yo pero por el tremendo alboroto que estaba armando Monochromon no podia pasarlo por alto y seguro estaba viniendo para aca pero primero tenia que entretenerlo para que venga a el
Monochromon:que pasa tiene miedo?
Yo:no te tengo miedo, solo no atacas por ser debiles
Dracomon: si metete con uno de tu tamaño
Monochromon: yo me meto con quien quiero
nos lanzo un ataque que equivamos y nos escondimos tras la roca pero al ver por un costado estaba viniendo con velocidad apuntandonos con su cuerno tome a Dracomon y saltamos a un lado y vimos con la roca se partio a la mitad y el se giro hacia nosotros para atacarnos de nuevo

Cuando volví de vuelta hacia donde estaba Tylomon, pude ver que tanto él que como Andromon estaban exhaustos mostrándose magulladuras por todo su cuerpo y con la respiración más agitada de lo normal. Sabía que permanecer en el campo de batalla con el huevo a cuestas era llevar al futuro digimon que iba a nacer de éste a una muerte asegurada por lo que retrocedí unos metros y lo dejé bajo la copa de un árbol de los de por ahí pero siendo capaz de verlo a una distancia segura para no quitarle el ojo de encima.

Por otro lado, Katzuma-kun había logrado derrotar a sus dos contrincantes sin problemas que tras observar de reojo cómo el enorme león de fuego volvía a su etapa evolutiva anterior, el tamer caminó hacia una mata de hojas y sacó otro digitama. A diferencia del que yo recogí, el suyo tenía dibujado una llamativa estrella anaranjada sobre su cascarón. Chocando nuestras miradas, el peliplateado mostró un tímido sonrojo y a continuación, dijo una cosa en voz alta que me provocó el mismo efecto en mis mejillas - ¡Si, Katzuma-kun! - le contesté enérgica levantando una leve sonrisa la mar de cálida pero sin que el rojo se me fuera. La forma con la que habló tan introvertido, me hizo verlo sumamente adorable.

Concentrándome en la batalla que aún se disputaba, el cyborg parecía no flaquear en lo más mínimo en su manera de caminar y sus movimientos que a diferencia de su oponente, apenas lograba mantenerse suspendido en el aire. Realizando un análisis rápido de la situación, me percaté que había una parte del cuerpo de Andromon que no se encontraba protegido con la armadura. Sin apenas darme tiempo a pestañezar, alzé mi mano derecha y señalé con el dedo índice la zona donde debería centrarse el dinosaurio - Tylomon, ¿te has fijado en su blindaje? - cuestioné sin bajar aún el brazo - ¿Su blindaje? Pues ahora que lo dices... - una pequeña gota de sudor frío bajó de su frente hasta acabar en el suelo - Trata de concentrar todos tus ataques en su pierna derecha. Es la única parte de su cuerpo que no la tiene cubierta - con cara de sorpresa, volteó por unos instantes hacia mí para luego, regresar la vista hacia su enemigo - Mmm... Está bien, no pierdo nada por intentarlo - haciendo caso a mi consejo, abrió su boca y fue cargando un aro de agua que cada vez se iba haciendo más grande - Onda hidráulica - acabando de concentrar el poder, lanzó el ataque el cual iba directo a su extremidad inferior derecha sin obstáculo alguno pero el brazo metálico de Andromon pudo bloquearlo a tiempo. Mientras las gotas se esparcían por el aire, el robot aumentó su velocidad y rápidamente, tomó la cabeza del mamífero y levantándolo en peso, lo estrelló contra el suelo con fuerza creando un cráter de considerable tamaño en la tierra. Sin perder el tiempo, con su otra mano libre, la alzó y murmuraba la siguiente habilidad a realizar. Asustada, exclamé preocupada mientras observaba como el dinosaurio no habría los ojos - ¡Tylomon! ¡Tylomon! ¡Despiérta! ¡Espabila! - sin recibir respuesta de éste, tenía que hacer algo ya mismo si no quería que muriera ahí mismo. Con el corazón en un puño, corrí en dirección hacia donde estaban ellos y tirándome al suelo con la pierna por delante, golpeé el tobillo derecho de Andromon el cual perdió el equilibrio y cayó inmediatamente. Luego, me levanté de un plumazo y con la rapidez en mis manos, desenfundé una de las pistolas la cual señalé a la cabeza del digimon. A esa distancia no podía fallar por lo que tras tragar saliva, coloqué el cañón por su boca la cual no estaba cubierta por el casco y apreté el gatillo cerrando antes los ojos para no ver ese desagradable momento.

Tras oírse el ruido de la bala, su cuerpo se desmaterializó y fue sustituido por otro huevo que preferí no tomar. Tylomon regresó a su etapa principiante y con ambas manos temblando, aterrada, guardé el arma sin llegar a creer aún lo que había echo - Gomamon... - murmuré estando a su lado para luego, cargar en brazos su desmayado cuerpo de foca. Con paso aligerado, regresé donde dejé el digitama a salvo y en ese mismo instante, se iluminó y un digimon que nunca antes había visto acabó naciendo.

Con interrogaciones sobre mi cabeza, me quedé observando a la enigmática criatura hasta que me di cuenta que no había rastro del chico - ¿K-Katzuma-kun? - lo empecé a llamar volteando hacia todos lados - ¿Donde estas? ¿Katzu..? ¡Katzuma-kun! - acabé exclamando cuando vi la figura inerte del peliplateado en el final de una pequeña pero peligrosa colina. Mientras me dirigía hacia donde estaba, el otro digimon que eclosionó del huevo me persiguió durante todo el camino - ¿Estas bien? ¿Te has roto algo? ¿Qué sucedió? - miles de preguntas salieron de mi boca tras arrodillarme y permanecer al lado del chico con una expresión preocupada.

Escuché un disparo y salí corriendo con mi nuevo compañero que se me había enganchado en los cabellos, lo cual era rutinario en digimons de esa etapa. - ¿Cómo te llamas pequeño? – pregunté, subiendo mi mirada, aumentando la velocidad al correr, estaba preocupado por si algo le pasaba a Nibutani, sabía que su digimon estaba a punto de digievolucionar, pero, ¿Si no era suficiente?, no estaba dispuesto a tomar riesgos así que corrí como nunca esperando que todo haya ha salido bien. – No vallas tan rápido… - decía el pequeño digimon con lagrimas en sus ojos, sujetándose con todas su fuerza de mis cabellos para no caerse. – Por cierto… Soy Kapurimon y soy el mejor, ¿Cómo te llamas? – me preguntó, con brillo en sus ojos y con esa mirada desafiante, al parecer era un creído, cosa que me llamó la atención, sería una gran pieza en mi equipo por su optimismo.

Estaba ya casi en la cima de la colina, cuando escuché que la chica gritaba mi nombre con tono de preocupada, así que me apresuré subiendo con mi digimon en la cabeza, para recibir miradas asesinas de parte de mis dos compañeros felinos. - ¡¿Quién es ese?! – gritaron al unísono, mis dos compañeros digitales observando con envidia al nuevo en el grupo. – Kapurimon…es su nuevo amigo y si no quieren morir es mejor que ni lo toquen, aunque él debe demostrar que es digno de pertenecer a nuestra familia – dije con tono frio observando, como Kapurimon saltaba y piruetas, al parecer se encontraba confiando y se creía más que capacitado para estar con nosotros. Noté el tamaño del digimon de la chica, había cambiado de forma radical, era tanto que me impresionaba bastante y ella cargaba un Digitama que estaba a punto de quebrarse.

Sonreí colocando mis manos tras la nuca, mostrándome despreocupado, cuando la chica comenzó a interrogarme y tomándome el cuerpo algo preocupado por mi salud. – Tranquila…cálmate, no me ha pasado nada – dije con una sonrisa intentando ocultar el dolor de mi brazo derecho, aquella herida no acababa de cerrar y aun sentía unos ligeros dolores. – Por cierto, ¿Quién venció a Andromon?, ¿Acaso te ayudaron mis digimons? – dije sonriendo burlonamente, mientras me sentaba en el suelo esperando una respuesta concreta de parte de la chica. Kapurimon bajaba a mis piernas para quedarse dormido en unos segundos. – Que vago es… - decía Coronamon, con brazos cruzados quejándose. – Tienes razón – agregó Spadamon tomando la misma actitud de su compañero. – Al menos en algo están de acuerdo – dije irónicamente con gotita en la cabeza.

Mis compañeros leones miraban con celo al pequeño Kapurimon que aun dormía en mis piernas y cada vez se acurrucaba más en mis rodillas. – Ese chico, me hace recordar… - decía Spadamon recordando cuando era un pequeño Tsunomon y ya que tenia la memoria de mi caído compañero Gaomon, también recordaba aquellos momentos en que era un Wanyamon, en esos momentos que nos divertíamos y entrenábamos duro todo el tiempo. – Si, yo también recuerdo… - dijo Coronamon también recordando aquellos momentos en que era un Sunmon y solo le importaba jugar y comer. – Si chicos, lastima no volverán a esa etapa…bueno si mueren pueden volver – dije asustándolos con mi Keyblade apuntándoles al rostro, para notar como las gotas de sudor se derraban desde sus pequeños cuellos mirándome con miedo.

Suspiré mirando de reojo el Digitama del caído Apemon que nos acompañaba notando como comenzaba a quebrarse. – Al parecer otro más va a nacer… - dijo Coronamon, sosteniendo el digihuevo frente a nosotros, el cual era golpeado por la criatura de su interior, quien desfragmentaba violentamente el cascaron para salir al aire libre. – Hola soy Tanemon – dijo el digimon tipo planta con una gran sonrisa en su rostro, pero aquella voz despertó al enérgico Kapurimon, quien miró asombrado a Nibutani. – Tu eres mi madre, porque mi padre es Katzu… - dijo con voz tierna, causándome una leve sonrojo, no supe que decir así que tape la boca de mi pequeño amigo y subí a Tanemon a mi cabeza. – Niños…Siempre con sus cosas – dije sin evitar el sonrojo en mis mejillas y simplemente baje la mirada, la vergüenza no me permitía ni mirar al rosto a Nibutani.

De pronto un pequeño arpón aterrizaba frente a nosotros, con una nota, me acerqué y mire hacia arriba notando como un Piximon que se alejaba rápidamente del lugar. – ¿Un Piximon?, seguro es un sirviente de Etemon, al parecer es el mensajero… - dije con tono serio comenzando a leer la carta. Etemon escribía horrendo, tuve que descifrar lo que quería decir, pero después de un tiempo noté que nos citaba a una colina cercana en esta Selva, donde se encontraban secuestrados los hermanos de Apemon, que recién había resurgido en un Tanemon. Decía que debíamos ir mañana antes del anochecer si queríamos volver a ver con vida a los Koemon. En mi equipo ya habían dos digimon etapa Champion y un baby, Nibutani tenía un Champion y un Digitama sin nacer, pero eso era más que suficiente para enfrentar al poderoso ser primate conocido como: Etemon.

Mencioné lo que pasaba a Nibutani y los demás, para luego comenzar a caminar hacia la cueva, debíamos encender la fogata y comer algo. Tenemos que descansar lo más posible, para el día de mañana ya que no será una batalla sencilla y necesitábamos recuperar la mayor parte de nuestra energía.

Estábamos en la cueva, Spadamon acumulaba la leña, para luego con un simple soplido de Coronamon encenderlas, para mejorar la temperatura algo templada de la noche. Kapurimon saltaba de alegría frente a las llamas de la fogata, mientras que Tanemon se escondía tras de mi asustado por el fuego. – Tranquilo….nada te pasará – dije con un limitado tono amigable, que casi nunca utilizaba. Tanemon se acurrucó en mi suéter, mientras yo pensaba en la batalla de mañana, sabía que mi brazo derecho no se repondría en un día, así que debía dejar todo el trabajo en mis digimons y los de Nibutani y esperar que ella se motivará a utilizar sus armas, así creo que tendríamos oportunidad contra Etemon y sus Súbditos.

Spadamon y Coronamon salieron afuera de la cueva para comenzar hacer ejercicios y entrenar un poco para el combate de mañana. Kapurimon observaba aquellas patadas, técnicas y estocadas, lo cual le llenaba sus ojos de brillo, al parecer deseaba ser más fuerte para pelear en el combate de mañana. – Papa… quiero ser fuerte como ellos – decía señalando a mis compañeros felinos con su cola. – Pronto lo serás… - al decir esas palabras, Kapurimon solo sonrío de alegría, mientras su cuerpo se llenaba de una luz radiante y comenzaba a sufrir cambios. Al parecer mi nuevo compañero estaba creciendo muy rápido, cosa que sería más que una ficha importante para los futuros combates.

Por mi mente pasaban varias imágenes del digimon que podía ser la digievolucion de Kapurimon, ya que nunca había tenido un Kapurimon en mi equipo y no recuerdo haber visto uno como el en ningun lugar del digimundo en mis antiguos viajes. Solo me quedaba esperar y sorprenderme con la próxima fase de mi recién nacido compañero.

Doctor: ¡Joder! ¡Esto no funciona!
BS1: ¿Cómo que no funciona?
Doctor: No consigo obtener ninguna información que nos sea interesante... Llevadlos de vuelta a donde estaban y mientras revisaré esto...
BS1: De acuerdo.
Nos quitaron los electrodos y nos levantaron de las camillas, si no fuera porque nos sostenían con fuerza nos hubiéramos caído a causa de los calmantes.

Nos arrastraban por el pasillo de vuelta a aquella sala donde volvía a cohibirse nuestra libertad. Bueno, en realidad no se puede cohibir algo que no has tenido. El tiempo se hacía eterno, tuve la sensación de que llevábamos meses ahí y que nos faltaban milenios para salir, eso claro, si no nos mataban antes. De repente un ruido ensordecedor, una onda expansiva que nos lanzó al suelo, humo. La pared del pasillo se había derrumbado, podía ver el exterior desde aquel enorme agujero. Pude distinguir una silueta entre el humo.
Syl: Lucemon...-dije mientras agarraba a Wino del brazo-.
Continuara...

Los monochromon disparaban bolas de fuego contra nosotros sin poder hacer mucho en eso
Yo: Brandon separa a uno de los Monochromon y yo peleare con el otro
Brandon:pero no le podras ganar
Yo:si que lo haremos confia en nosotros
Dracomon:confien
Icedevimon:hazlo Brandon creo que pasara algo interesante
Brandon: esta bien
Yo: el de la derecha , tu el de la izquierda
Brandon: al ataque
desenvaine mi espada con dracomon a mi lado fuimos contra el Monochromon que nos habiamos encontrado ni bien llegamos esa era nuestra batalla contra el